Los nuevos enfoques de diseño de oficina que comparten arquitectos, ingenieros y, en general, profesionales del diseño de espacios laborales en relación con el uso y la adaptación de las oficinas. Te contamos en esta nota tres acciones para adaptar el trabajo y el diseño de las oficinas a los nuevos tiempos
Mientras que la comunidad médica lucha contra el virus en los hospitales y las vacunas se están aplicando, los arquitectos, ingenieros y, en general, profesionales del diseño de espacios laborales han tenido el reto en torno al diseño de las oficinas y la relación de las personas con sus espacios de trabajo.
¿Qué hacemos con las oficinas?
La preocupación principal de arquitectos, diseñadores, gerentes de instalaciones y directivos de recursos humanos es cómo adoptar las mejores prácticas de salud en los espacios de trabajo ya construidos. En este sentido, se pueden observar tres acciones para adaptar el trabajo y las oficinas a los nuevos tiempos.
La primera es seguir aplicando normas de distanciamiento físico en las oficinas que eviten las aglomeraciones y permitan aprovechar la infraestructura que ya se tiene.
La segunda acción es pedir a los colaboradores que trabajen en alternancia o remotamente. En este sentido, los colaboradores no solo están trabajando en sus viviendas y en las oficinas: también al aire libre.
Según Workdesign.com, los trabajadores”han podido ‘expandir’ su entorno de trabajo más allá de la oficina en casa y aprovechar el mejor espacio de trabajo gratuito hasta ahora: el aire libre”.
La tercera es reformar las oficinas; para ello las compañías han contratado equipos formados por expertos en tecnologías y operaciones, gestión de proyectos, seguridad y salud mental.
¿Cómo reorganizar el mobiliario?
Como consecuencia de la pandemia, las oficinas se han convertido en “grandes espacios deshabitados”.
En estas circunstancias, los profesionales del diseño arquitectónico tienen un importante papel en la evaluación de la infraestructura y el mobiliario existentes, y en la decisión de si es conveniente adquirir nuevo mobiliario y de qué tipo; también son útiles para escoger el sitio en el que se guardará temporalmente el material que no se necesita.
Jairo Rodríguez, ejecutivo de cuentas de la firma Mepal, afirma que en la práctica se está gestando una reconfiguración de los espacios de trabajo en una suerte de “operación repliegue”: los empleadores evalúan los factores medulares de sus negocios para reconfigurar sus espacios.
En Mepal han aceptado el reto de ayudar a los clientes a atender esta nueva necesidad. En este sentido, sus servicios incluyen determinar las funcionalidades de las edificaciones, evaluar el mobiliario, desinstalar los equipos que no se requieran y transportarlos para su almacenaje temporal, o reubicarlos.
También la comercialización y la instalación de dispositivos para proteger la salud de los trabajadores (como protectores contra estornudos y abrepuertas manos libres), el cambio de filtros de aire y la reubicación de paredes.
La idea es que las empresas encuentren una solución óptima que no implique desprenderse de los equipos sobre los que no tiene claridad de sí los va a usar a corto o mediano plazo.
