EdTech: ¿cómo incorporar la tecnología al diseño del aula?

      

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Incorporar la tecnología a los espacios de aprendizaje requiere ingenio de los diseñadores. He aquí las claves de las aulas que aprovechan la tecnología para mejorar el aprendizaje.

Tecnología y educación ya son conceptos inseparables. Cada vez son más las habilidades digitales que requiere el profesional contemporáneo, y la innovación tecnológica tiene un papel mayor en el desarrollo de los países.

La educación se apoya cada vez más en herramientas tecnológicas que mejoran el aprendizaje y preparan a los alumnos para enfrentarse a un mundo digitalizado. Superar estos retos es lo que inspira al concepto de EdTech.

La Unesco define la EdTech (la abreviación en inglés de “tecnología educativa”) como el “modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, reconociendo los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos”. Dicho en palabras más simples: que la tecnología se incorpore efectivamente al aprendizaje. Y como el salón de clases es por defecto el lugar más asociado con el aprendizaje, la EdTech se trata sobre todo de sumar tecnología a los espacios de educativos.

El desafío de la arquitectura es diseñar los salones de clase de acuerdo con un nuevo paradigma: el espacio debe pensarse para aprovechar la tecnología, desde la distribución del mobiliario para propiciar la interacción hasta la disposición de más puntos de electricidad para cargar dispositivos.

En este artículo veremos cómo incorporar soluciones de EdTech en el salón de clases:

Eliminar el “frente” del salón

Adoptar la EdTech requiere cambiar la distribución del espacio de las aulas convencionales. En lugar del tradicional pizarrón, la principal herramienta de enseñanza es la pantalla que cada estudiante tiene frente a sí; esto elimina por completo el “frente” del salón.

Esto no quiere decir que se vaya a eliminar el pizarrón, sino que ahora las sillas se disponen para que los estudiantes compartan lo que ven en sus dispositivos. Para David Andrade, profesor colaborador de Education K-12, la mejor distribución se consigue con mesas para seis o más estudiantes y con suficiente tamaño para que trabajen cómodamente con sus tabletas o laptops.

Además, se puede prescindir del escritorio del docente y reemplazarlo con dispositivos conectados y con una pantalla que el profesor pueda manipular a control remoto. Esta tecnología permite al docente atender las mesas de trabajo grupal y explicar mientras se mueve por el aula, en lugar de permanecer en un punto fijo.

Pizarras para los grupos de trabajo

Se podría pensar que la EdTech trata solamente sobre tecnología, pero realmente la educación es el centro. La pizarra convencional, por ejemplo, no es una herramienta de tecnología de punta, pero es el instrumento universal de enseñanza que no ha sido sustituido. Además, la pizarra desarrolla la escritura a mano, que para algunos expertos del aprendizaje es un método insustituible para la memorización y el aprendizaje.

Al pizarrón no se le elimina del todo en las aulas EdTech; al contrario, se fomenta su uso pero de una manera descentralizada: cada mesa de trabajo tiene a la mano su propia pizarra.

En EdTech Magazine, una reconocida revista sobre tecnología y educación, se afirma que el empleo de tecnología en los espacios de aprendizaje y la adopción del concepto de “entornos inteligentes de aprendizaje” están estrechamente vinculados con las dinámicas de discusión grupal.

Los alumnos primero intercambian ideas con su grupo, y luego se desarrolla una discusión general en la clase. La pizarra es una herramienta fundamental en los debates: allí se desglosan los puntos y se explican las ideas ante todos.

Discutir con esta metodología y luego emplear otras soluciones tecnológicas, como compartir los contenidos en los dispositivos electrónicos, mejora las calificaciones de los alumnos hasta un 70%, de acuerdo con un estudio de EdTech Magazine, en el que 57% de los docentes afirmaron que la tecnología ayuda a tener alumnos más compenetrados.

Muchos lugares para recargar energía

Las baterías de muchos dispositivos tecnológicos tienen capacidad limitada, mientras que otros equipos necesitan un flujo constante de electricidad. Por ello, un salón de clases con EdTech requiere gran cantidad de puntos de corriente.

Para solventar este problema existen diversas opciones. Una de ellas es instalar muchos enchufes en las paredes, para que varias personas puedan cargar a la vez sus dispositivos y para garantizar la movilidad dentro del aula.

La Universidad de Columbia plantea otra solución: incluir los enchufes en un mueble fijado al suelo, de donde proviene el cableado. Sin embargo, esta solución resta movilidad y podría entorpecer —aún más que los enchufes en las paredes— el libre desplazamiento propio de las aulas estilo open space. No obstante, es una idea que podría considerarse, de acuerdo con el tamaño del aula.

Otra solución son los enchufes en el piso. No son muy comunes, pero con las medidas de seguridad apropiadas (tapas e interruptores de encendido y apagado) pueden ser una solución para ciertos centros de aprendizaje.

Espacio de trabajo a la medida de las tareas

Algunos expertos en EdTech recomiendan mesas grupales espaciosas, aunque también se opta por los módulos individuales.

Así, pueden disponerse mesas cómodas individuales para utilizar con algún dispositivo, que al juntarse con otras mesas formen grandes espacios de trabajo grupal. Es importante que las mesas faciliten la movilidad y el trabajo en grupo sin importar la cantidad de integrantes.

Otra tendencia de Ed Tech son los escritorios de pie de uso público para el trabajo individual, en los que cualquier estudiante puede acercarse a leer un rato o realizar alguna asignación. Son estaciones de trabajo itinerantes para usarse entre 30 y 60 minutos, según la recomendación de la Universidad Harvard.

Según un informe de EdTech Magazine en conjunto con CDW, el uso de los escritorios de pie redujo en 5% la grasa corporal de los estudiantes que los utilizaron por dos años consecutivos. Además, 70% de los padres encuestados dijeron que sus hijos se comportan mejor tras la disposición de los escritorios de pie en sus aulas.

Es importante que los escritorios de pie puedan adaptarse a diferentes alturas y que en su diseño se tomen en cuenta las dimensiones de los dispositivos que se utilizan en clase.

Un espacio para la proyección de contenido

En la metodología EdTech es común que los docentes expongan ideas en televisores o pantallas, unas herramientas que de ninguna manera sustituyen a la pizarra, sino que las complementan.

La pantalla debe estar dispuesta de manera que lo que se proyecte se vea desde diferentes ángulos. En algunos espacios pequeños puede ser un desafío ubicarla junto a las pizarras y otros elementos que típicamente van en las paredes, como los armarios y la decoración.

La tecnología educativa en el aula requiere todo el ingenio de la arquitectura y el diseño de espacios. Una solución son los televisores de pantalla plana escondidos en el techo o las paredes, que se despliegan cuando es necesario; también las mesas con superficies en las que se puede escribir y borrar fácilmente, que ahorran espacio de las paredes.

Realidad virtual y realidad aumentada

La realidad virtual y la aumentada han sido incorporadas a los salones de clase en países como Estados Unidos, Canadá y Finlandia.

En las regiones de Uusimaa y Pirkanmaa, en Finlandia, algunas escuelas enviaron a sus docentes a capacitarse con la empresa Grib, que desarrolla apps de realidad virtual y realidad aumentada. Los docentes aprendieron de primera mano cómo incorporar las aplicaciones a las clases y enriquecer la experiencia de los alumnos.

Una de las aplicaciones fue la animación de figuras geométricas básicas a partir de un escaneo con smartphone. Tras culminar el escaneo, la aplicación hace que la figura bidimensional o tridimensional se refleje en la pantalla del dispositivo y pueda apreciársela desde diversos ángulos.

Para aprovechar estas tecnologías se suele requerir un espacio abierto en el salón en el cual los estudiantes puedan caminar, moverse y extender las manos para interactuar y explorar la realidad virtual tanto como sea posible, sin chocarse ni entorpecerse. Por las limitaciones de espacio quizá no sea factible disponer de estos espacios abiertos, pero es un punto que puede considerarse. Una solución es el mobiliario flexible y móvil que al desplazarse despeje el espacio.

También es necesario un lugar para que los estudiantes guarden los dispositivos tecnológicos. Una solución son las mesas de trabajo con compartimientos.

La EdTech es una de las herramientas de aprendizaje más innovadoras. Cada tres años lo reafirman los resultados del Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (Informe PISA). Países como Estados Unidos, en donde la tecnología es una cultura, o Finlandia y Estonia, donde la digitalización del sistema educativo está adelantada, experimentan sobre los diseños de aula para aprovechar al máximo la Ed Tech.

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